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Lo que llama la atención de estas historias mitológicas es su impacto en relatos posteriores y en las respectivas expresiones artísticas que derivan de estas.

La titanomaquia inspiró el mito del castigo que Zeus impuso al titán Atlas: sostener el cielo sobre el mundo por la eternidad.

También se menciona esta lucha en la historia de los celos de Hera contra Zeus. Asimismo, es una lucha que se refleja en los poemas de Orfeo y en varios poemas épicos de los que solo sobrevive la teogonía de Hesíodo, que es un poema en el que se detalla la genealogía de los dioses.

Varias pinturas se han inspirado en esta pelea, como Juno descubriendo a Júpiter con Ío (de Pieter Lastman) y Tetis implorando a Zeus (de Auguste Dominique Ingres).